La primera fuente de aprendizaje es, sin duda, el libro. A pesar de todos los demás canales disponibles, la lectura nos permite un rato de foco y reflexión que no se consigue de ninguna otra manera.
Libros, posts, papers… La cantidad de material escrito disponible parece inabarcable. Y, aunque no es necesario leer todo lo que está escrito, es cierto que un Aprendedor tiene listas imposibles de títulos: es lo que los japoneses denominan Tsundoku, tener más libros de los que podrás llegar a leer.
Aunque probablemente puedas leer más de los que lees. Y, sobretodo, conociendo algunas técnicas y herramientas, podrás leer mejor.
Con este curso quiero compartir contigo todo lo que he aprendido en los últimos años sobre la lectura, a través de la investigación, el acompañamiento y, sobretodo, del análisis de mi experiencia.